Descripción
Me dejo llevar por el tren en este viaje al pasado desde hace tiempo pendiente. El tren rueda hacia la ciudad de mi amigo Raimundo, al que espero encontrar y revivir con él años juveniles transcurridos entre una esmerada formación humanística y una honda amistad mutua en nuestro prestigioso colegio del Norte, alentado siempre por la húmeda brisa del Cantábrico.
Mis pensamientos, se remontan, agitados por esta marcha discontinua y traqueteante del tren hasta aquel pasado en que iniciábamos cada año jóvenes de toda España un nuevo curso lectivo rico en Humanidades y en otras Ciencias filosóficas y teológicas.
Han transcurrido ya muchos años desde entonces y ahora, con la libertad de un jubilado, espero reencontrar a mi antiguo compañero de curso, compartir con él vivencias pasadas y conocer a la vez su ciudad directamente.
Estoy ansioso por atisbar desde lejos el perfil de esa ciudad que él me describía como alzada sobre una colina y enmarcada por antiguas murallas, con torres de campanarios y de bellos palacios sobresaliendo al caserío. Pronto la divisaré tras el verde paisaje corredizo desde mi ventanilla del tren en marcha . . .
El autor
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