Descripción
FIGURAS Y PAISAJES POLÍTICOS DE LA ESPAÑA DEL XIX, de Fernando Álvarez Balbuena
Se puede definir el presente libro como un amplio ventanal desde el que se ofrece una fascinante panorámica del siglo XIX de nuestra historia, denostado por algunos, ponderado por otros, sea como fuere, ahí está como inmediato antecedente del acontecer posterior, en todo caso, no se puede negar el singular interés que ofrece desentrañar las motivaciones de los numerosos acontecimientos que jalonan sus cien años.
Siete reinados, varias abdicaciones, tres regencias, una república, seis guerras, siete rebeliones militares, atentados, asesinatos y ejecuciones, amén del desmoronamiento colonial, hablan por sí solos de la convulsa vida de tal siglo.
Toda época deja más huellas de sus sufrimientos que de su felicidad: “Son los infortunios los que configuran la Historia”, escribió Johan Huizinga en El Otoño de la Edad Media, y Quenau en Una Historia Modelo, afirma: “La historia es la ciencia de la desgracia de los hombres”.
En este oscuro horizonte, que encierra su parte de verdad, no es menos cierto que el siglo XIX español, con el singular retraso que caracterizó nuestro progreso, tuvo sus peculiares avances y sus destellos de luz en los campos del conocimiento; desarrollo del derecho, se redacta la primera Constitución Española; la enseñanza, con anterioridad casi relegada al sector privado; las ciencias sociales y políticas; la evolución de la opinión pública; el nacimiento de la ya difunta peseta, la división territorial en provincias y el cambio de las corrientes artísticas se asomaron a lo largo de sus cien años, desde luego con menos vigor del que fuera de desear.
Estuvo de moda elaborar las historias con demasiados ingredientes, quedémonos con lo esencial, el ser humano, indiscutible actor protagonista de todos los tiempos, porque la historia o es humana o no es nada. Como ya sentenciaron en el primer tercio del siglo pasado los prestigiosos historiadores Marc Bloch (1868-1944) y Lucien Lefevre (1878-1954) en sus Anales de Historia Económica y Social: “El hombre siempre es el protagonista de la historia y su razón de ser”.
Saber cuál era la cosecha de lentejas en Castilla en tiempos de Carlos I, es algo así como acudir a un combate de boxeo para contemplar a la señorita que anuncia los asaltos.
Se ha desdibujado el carácter de personajes y la motivación de los acontecimientos, haciéndose eco de la leyenda o del sentir popular, unas veces o por manejos de intereses como instrumento de determinadas ideologías, otras, lo que hace preciso esclarecer el auténtico perfil de las personas y la causa de los acontecimientos desde la serena perspectiva del tiempo, y el sensato criterio de la madurez, intentando poner las cosas en su sitio.
En la presente obra, dividida en nueve capítulos, que por supuesto no vamos a desentrañar, se ofrece una equilibrada visión del siglo XIX a través de sus más destacados protagonistas, llevando a cabo un lúcido discernimiento entre lo real y lo ficticio, el mito y lo auténticamente histórico.
Es incuestionable que las guerras del siglo XIX desde la de la Independencia hasta la de Marruecos, pasando por las Carlistas, la llamada de “Los Cien mil Hijos de San Luis” y las coloniales, abonaron con sus muertos los campos de batalla en los que se recogió abundante cosecha de militares. Esta belicosa plétora que germinó independiente de los militares de carrera, floreció entre cruces y medallas trepando hasta los más altos puestos del escalafón, no sólo alcanzando el generalato sino que éste se aureoló con títulos nobiliarios otorgados por la realeza. El desaforado militarismo fue la peor consecuencia de los enfrentamientos bélicos, pues su actuación no se concretó al terreno profesional, sino que los militares se involucraron en las cuestiones de estado y gobierno dando lugar a la inseguridad política que caracteriza a todo el siglo: conspiraciones, cuartelazos, alzamientos contra el poder establecido, revueltas, sublevaciones son la tónica reiterada en la que destacan dos famosos generales: Riego y Prim, entre otros.
De todo ello trata con agudo sentido crítico el presente libro salido, como se decía antes, de la bien cortada pluma (ahora quizás deberíamos decir del equilibrado ordenador) de Fernando Álvarez Balbuena, al que ponemos prólogo sin otro mérito que el de los lazos de una antigua amistad, entretejida en la urdimbre de muchos años, mas como todo prólogo exige una referencia al autor, persona tan conocida que sería innecesario presentar, únicamente diremos que este Empresario, Doctor en Ciencias Políticas y Sociología, Licenciado en Derecho y Diplomado en Óptica y Optometría, nació en Gijón, aunque se considera avilesino a todos los efectos, ocupa distintos cargos en diversas sociedades culturales y científicas, es autor de numerosos artículos publicados en prensa y revistas, no con la asiduidad que fuera de desear por el interés de sus contenidos, fruto de su preocupación por cuanto atañe a la persona. Ameno conferenciante, partiendo de los datos biográficos de un personaje, desvela los entresijos de toda una época, en una lección de historia de la mejor calidad.
Ocultaríamos una importante faceta de su persona si no hiciéramos mención a su gusto artístico, la pintura y la música forman parte de sus predilecciones, así como la poesía en la que se prodiga poco, proporcionándonos con cuentagotas algunas de sus inspiradas creaciones. En 2006 publicó Tres Ensayos sobre Sociología Política en ediciones Azucel.
En este trabajo, huyendo del tópico de que la historia es en pocas ocasiones lo que realmente sucedió, sino lo que nos dicen que pasó, desentraña con erudita disección los sucesos de un tumultuoso siglo, partiendo de sus destacados protagonistas y de sus instituciones.
La historia de cada ser humano es parte de la historia universal, mas no hay que sacar nunca a los protagonistas de la época en la que vivieron. Éste es uno de los logros de esta equilibrada obra. La frivolidad satisface más que la sobriedad por la misma razón que la novela suele agradar más que la historia, como destaca el autor acertadamente al referirse a la llamada Novela Realista en el capítulo VII: Muchas veces hoy, por desgracia, carece de un mínimo rigor y está mucho más cercana a explicar acontecimientos del pasado en clave de ideologías actuales.
Todo el texto de sugestivo contenido e indudable interés hace que su lectura resulte atractiva y amena, así como de clarividente ilustración.
Justo Ureña y Hevia
Cronista Oficial de Avilés (Agosto de 2009)
ÍNDICE
PRÓLOGO, por Justo Ureña y Hevia, 9
CAPITULO I. EL DOS DE MAYO Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA, 13
Antecedentes, 19 – Nacimiento del mito, 21 – Las guerrillas y los guerrilleros, 28 – El militarismo nacido de la Guerra de la Independencia, 30 – Bibliografía y fuentes, 32.
CAPITULO II. RAFAEL DEL RIEGO. EL HÉROE QUE PERDIÓ UN IMPERIO, 35
Bibliografía y fuentes, 54.
CAPITULO III. ESPAÑA Y LAS REVOLUCIONES EUROPEAS DE 1848, 57
CAPITULO IV. LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA, 71
La sociedad española en el siglo XIX, 73 – II. El ambiente universitario, 76 – III. Las razones de una elección, 80 – IV. El krausismo en España, 88 – V. La Institución Libre de Enseñanza, 98 – Apéndice, 107 – Bibliografía y fuentes, 108.
CAPITULO V. EL GENERAL PRIM, 109
Bibliografía y fuentes, 141.
CAPITULO VI. EL MILITARISMO ESPAÑOL DEL SIGLO XIX, 143
Bibliografía y fuentes, 177.
CAPITULO VII. EL REINADO DE DON AMADEO I DE SABOYA, 179
La búsqueda de un rey, 181 – Llega Don Amadeo, 186 – La visita a Avilés, 196 – Bibliografía y fuentes, 200.
CAPITULO VIII. LA PRIMERA REPÚBLICA, 201
Dudosa constitucionalidad de la Primera República, 206 – Los presidentes del poder ejecutivo de la República, 211 – Finales de la República y comienzos de la Restauración, 216 – Bibliografía y fuentes, 224.
CAPITULO IX. LA NOVELA REALISTA ESPAÑOLA, 227
Bibliografía y fuentes, 247.
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