Descripción
Hay espacios que esperan durante siglos una voz que los descubra: los lugares aguardan un relato que desvele sus perfiles; los días se suceden a la busca de un mortal que los recuente. Y cuando tal sucede, la región se vuelve mito, un claror nunca usado baña de luz las cumbres y los valles y las figuras de los viejos paisajes salen de la noche a repoblar entonces los nuevos territorios inaugurales.
La raspa del Celacanto ha llegado para El Bierzo: historia, leyenda, fábula, invención y verdad sobre un lugar preciso, en un tiempo aproxima-do, a veces ucrónico.
Cultura y vida se anudan en cada una de estas líneas. Su linde se ha borrado, como la lluvia difumina la raya del horizonte y la parda solidez del suelo se disuelve en la levedad del firmamento. Así, cada personaje, cada saga, desfila con el fardo de una historiografía conocida, pero con una identidad rebautizada que custodia, intactas, sus esencias. Así, ca-da conseja nos llega ahora perfecta, profunda, sugestiva; cincelada de nuevo y para siempre por el pulso de un narrador que es, al tiempo, hacedor y hechura de su propio texto.
Nada de este relato mágico podría haberse escrito sin un amor intenso por la tierra, protagonista central y extraordinaria de cada página. Pero tampoco sin la vasta cultura literaria del autor, cuyo caudal rumoroso se ausculta bajo la piel de estas hojas. Amor e inteligencia, acaso las dos únicas virtudes de toda obra de creación verdadera, alientan esta narración fascinante, en la que el lector quedará prendido, desde la primera palabra al último blanco, en el coro legendario de figuras que transitan por un espacio ya para siempre mítico.
Jaime Olmedo
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