La República en el exilio (1939-1957)

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Descripción

LA REPÚBLICA EN EL EXILIO (1939-1957)

Eduardo Comín Colomer


 

Í N D I C E  G E N E R A L

PRÓLOGO, por Juan Manuel Martínez Valdueza, 9

NOTA PREVIA DEL AUTOR (1957), 15

Capítulo 1. Punto final de la República, 19

El último «acto oficial» de la Segunda República, 19 – La huida de Azaña y su renuncia a la Presidencia de la República, 22 – Lo que pudo producir la cobardía de Diego Martínez Barrio, 27 – La maestría del Grande Oriente Español, 31 – Las últimas dificultades del «Gobierno Negrín», 33 – Negrín en la zona central, 37 – Casado y Negrín, frente a frente, 39 – El «golpe casadista», 46 – La revuelta comu­nista, 53.

Capítulo 2. La disgregación política del exilio, 57

Empiezan las discrepancias, 57 – Prieto, Negrín y el tesoro español, 71 – La Dipu­tación de las Cortes, Prieto y la JARE, 75 – La Diputación Permanente de las Cortes, entidad masónica, 85 – La emigración a Francia, 87 – Actividad de los ca­becillas políticos, 90 – El SERE y sus personajes, 91 – La Diputación de Cortes desautoriza a Negrín y aparece la JARE imaginada por Prieto, 95 – La muerte de Manuel Azaña, 100 – El «Pacto de Xochimilco», 103.

Capítulo 3. Entre el SERE y la JARE, 107

El calvario de la emigración, 107 – Maniobras catalanistas, 113 – El «Gobierno de Euzkadi», 115 – Los masones españoles, 118 – La «diáspora», 119 – Un tribunal contra Prieto, 123.

Capítulo 4. La república fantasma organiza sus mandos, 129

Compás de espera, 129 – La Conferencia de San Francisco, 132 – La «instalación» de las Cortes y del Grande Oriente, 135 – Campañas de agitación, 137 – La «Unión De­mocrática Española», 141 – Negrín discursea, 142 – Los Partidos dictaminan, 148 – La elección Presidencial y el nuevo Gobierno, 150 – Una «oposición» organizada, 165 – Maniobra entre bastidores, 167 – Cabildeos y zancadillas, 174 – El Gobierno Giral, ante las Cortes, 178 – El problema político del exilio, 185.

Capítulo 5. Este y oeste de la emigración, 189

Características de la emigración, 189 – El catalanismo en el exilio, 198 – Las combi­naciones de Prieto, 200 – Algo sobre los vascos, 203 – Los comunistas, 206 – Expedi­ciones a Rusia, 209 – Españoles en la Unión Soviética, 210 – La Dirección comu­nista, 215 – Los niños evacuados al país soviético, 218 – Otro aspecto de la vida en Rusia, 224 – La muerte de José Díaz Ramos, 226.

Capítulo 6. La estrategia de los republicanos y la descomposición de los socialistas, 231

Tejiendo la maniobra, 231 – Posición de los socialistas, 241 – Indalecio Prieto y los falsos «dinásticos», 251 – Opiniones socialistas sobre los proyectos de Prieto, 262.

Capítulo 7. De Potsdam a la asamblea de la ONU bajo el «Gobierno Giral», 265

Los primeros pasos, 265 – El Libro Blanco americano, 268 – Preparación de la conjura internacional, 269 – Las maquinaciones de Giral, 288 – Tres meses de vacaciones, 291 – La reunión de la Asamblea General, 298 – Hundimiento del Gobierno Giral, 307.

Capítulo 8. Comienza la «liquidación» del «caso español» y el fra­caso del Gobierno Albornoz, 311

Las «consultas» de don Diego, 311 – Llopis y su personalidad, 313 – El nuevo Go­bierno, 316 – El cuarto Gobierno del exilio, 320 – Otra vez el «caso español», 333 – Actividad comunista, 336 – La nueva reunión del Consejo de Seguridad, 341 – Ambiente del exilio, 344 – Reunión de la Diputación de Cortes, 345 – La ONU en París, 347 – El Gobierno y sus trabajos, 350 – La «liquidación» del «caso español», 353 – Agitación en la Masonería, 355.

Capítulo 9. La acción «político-terrorista» clandestina del comu­nismo, 359

Aclaración necesaria, 359 – Fundamentos de la «capacitación», 361 – La Escuela de Planiernaya, 363 – Los «militares», 365 – Los españoles en el Ejército rojo, 368 – Los puntos de apoyo en Francia, 372 – El comunismo en el «interior», 376 – La invasión por el Valle de Arán, 378 – Acción guerrillera, 383 – El terrorismo en marcha, 390 – La actuación política del comunismo, 402 – Proyecto de nueva invasión, 408 – La vida del Partido Comunista de España en Francia, 411 – «Fernández, Valledor y Compañía», 412 – El «Hospital Varsovia» de Toulouse, 413 – «Transformes en guerrille­ros», 414 – Actitud francesa, 417 – El cierre de la frontera francesa, 418.

Capítulo 10. El Gobierno Albornoz, prototipo de la ineficacia, 423

Albornoz, a la deriva, 423 – Muere Fernando de los Ríos, 424 – Primer choque con los comunistas, 425 – La carta de Acheson y sus repercusiones, 427 – El Congreso Mundial de la Paz, 434 – Definitiva liquidación del «caso es-pañol», 439 – Las huelgas de Barcelona y otras intentonas, 441 – Las relaciones hispano-norteamericanas, 444 – Albornoz se hunde, 446.

Capítulo 11. Las fuerzas oficiales y políticas del exilio y su fracaso en el ámbito internacional, 449

Gordón Ordás escala el «poder», 449 – Félix Gordón y las Cortes, 456 – Falleci­miento de Acevedo y de Ramón González Peña, 458 – Enanos y rastacueros, 462 – Curiosidades del socialismo, 466 – La «Unión Antifranquista», 469 – El cenetismo y la AIT, 474 – El Pacto hispano-norteamericano, 476 – El Gobierno del exilio y su posición política, 481.

Capítulo 12. La unión interparlamentaria, victoria pírrica y fugaz del exilio, 487

Panorama del exilio en 1954, 487 – El «Movimiento de Liberación Española», 489 – La «cola» del Pacto con Norteamérica, 491 – La «OLE», 493 – Los partidos republi­canos, 494 – El nacionalismo vasco, 501 – Los catalanistas del exilio, 507 – La emigra­ción y el Movimiento Europeo, 510 – El asunto de la Unión Interparlamentaria, 515 – La acción «oficial», 522.

Capítulo 13. El republicanismo comunista a la luz del V congreso del partido, 549

Las baterías de Moscú, 549 – Línea política del sovietismo español, 556 – El Con­greso de Praga, 560 – Los dirigentes supremos, 565 – Repercusiones del V Congreso Comunista, 567 – Estrategia soviética, 569 – El «caso Comorera», 571 – Los «pacifistas» españoles, 573.

Capítulo 14. Preparando el contubernio, 579

Más bajas en el exilio, 579 – El «caso Emilio Herrera», 584 – España ingresa en la ONU, 587 – Los separatistas en la brecha, 591 – Acción libertaria, 595 – Las «nuevas» Repúblicas, 598 – Euforia socialista, 599 – Trabajos del comunismo, 604 – Inquietudes intelectuales, 612 – El negocio de las Organizaciones de ayuda, 615 – Gordón Ordás y el «simbolismo» gubernamental, 620 – Perfilando el contubernio, 628.

Capítulo 15. El «testamento» de Negrín, duro golpe a la emigración, 635

Otra baja en el exilio, 635 – El oro español, 639 – El «testamento» de Negrín, 645 – Una acusación de los anarquistas, 648 – El «tesoro del Vita», 650 – La «aclaración» de Pravda, 654 – Contestación de Indalecio Prieto, 656 – Otros hechos, 657.

Capítulo 16. La traición a las «instituciones republicanas», 661

La propaganda y sus objetivos, 661 – La actividad del vasquismo, 667 – Disgregación catalanista, 668 – El homenaje a Lázaro Cárdenas, 671 – Muerte del Gran Maestre, 672 – El eclipse del Gobierno, 672 – Origen y endeblez del contubernio, 676 – Posición de las gentes del exilio, 679.

ÍNDICE ONOMÁSTICO, 689


 

PRÓLOGO, por Juan Manuel Martínez Valdueza

El exilio republicano que tiene su comienzo en las postrimerías de la Guerra Civil de 1936, y que arroja de España a cientos de miles de españoles, es, como tantos otros acontecimientos de nuestra historia, causa mayor que ha venido alimentando durante décadas la sensación de injusticia que prevalece en la resolución misma de aquel conflicto, tan amargo. Y, como también en otros acontecimientos, la falta de análisis ponderado y ecuánime –aunque imposible, creo yo– ha sido sustituida por la propaganda partidista de una u otra orientación política que, sumada a la peripecia personal de los protagonistas, a veces trágica, a veces pintoresca, nos presenta el exilio republicano como la reserva espiritual de la democracia en momentos tan difíciles para ésta, cuando no como la esencia misma del bien y de la cultura frente a la caverna inquisitorial e intransigente del fascismo anclado al otro lado de los Pirineos, que es donde queda España.

En una síntesis forzosa, diremos que si bien fueron cientos de miles los exiliados en un principio, llevados por el miedo a la represalia del bando vencedor en la mayor parte de los casos, los que consolidaron tal situación pasaron a ser decenas de miles en los años próximos de la posguerra, incluyendo en éstos, como es lógico, a la mayoría de los republicanos en ejercicio y con responsabilidades de diversa índole durante el régimen en aquellos tiempos recién fenecido. Lo cual no devalúa la tragedia pero la enmarca. Así como recordar que solamente una muy pequeña parte de la población oficialmente pensante pasó a enriquecer la vida intelectual de otros pueblos, quedando el resto en la caverna aportando con su esfuerzo diario los elementos que no solamente sirvieron a su país, o sea España, para salir del desastre, sino incluso para, desde el aislamiento y el rechazo internacional, volver a la escena mundial con una cierta dignidad, económica y cultural.

Eduardo Comín Colomer es uno de esos hombres a los que, por ideología o simplemente por lo contrario, le tocó ser uno de los millones de españoles que no formaron parte del exilio. Intelectual inquieto supo aprovechar las ventajas de su pertenencia a la Policía para, con el acceso privilegiado a informes y archivos, escribir densas obras sobre los temas que a él más le preocupaban como español y como historiador. Quizá por esa excepcional circunstancia los historiadores de hoy con capacidad de aparcar sus prejuicios pueden contar con documentadísimos trabajos sobre el Anarquismo, el Comunismo, la República y la Masonería, referidos a España. Muchos volúmenes para pasar desapercibidos o para ser simplemente arrojados a la hoguera.

Pero no queda ahí la aportación de Comín Colomer a la historia de España. Uno de los fondos documentales importantes con que cuenta la Biblioteca Nacional de España es precisamente el Fondo Comín, legado por su viuda en 1975 y formado por más de 15.000 documentos, entre libros y folletos, relacionados en su mayoría con la Segunda República, la Guerra Civil y la Masonería. Y como no podía ser de otro modo, ha sido estudiado desde los dos lados, por José Antonio Ferrer Benimelli y por José Luis Rodríguez Jiménez.

A Comín se debe también la recuperación del archivo de Azaña de manos de la Gestapo, custodiado posteriormente en la Escuela Superior de Policía, de la que fue director, y que Juan Marichal recoge con su peculiar estilo en un artículo publicado en El País el 19 de enero de 1997: … El archivo de Azaña había sido ocultado allí por un director de la Escuela de Policía, Eduardo Comín Colomer (paranoico autor de panfletos y libros persecutorios), que utilizó seguramente para sus siniestras acusaciones. Mas, milagrosamente, gracias a dicho inquisidor, se conservaron los papeles del presidente…

Con tales referencias de nuestro autor –inquisidor, siniestro, panfletario, perseguidor– sumada a otras similares e incluso de más enjundia fáciles de encontrar en la web, es probable que a algún lector el hecho de tener este libro entre sus manos pueda producirle cierto vértigo, a más de cuestionarse la oportunidad de su lectura y consideración. Es fácil de entender. Ahora bien, si de lo que se trata es de alcanzar una opinión personal en relación con asuntos tan opacos, de penetrar en los hechos y los años tan tapados como los que en este libro se abordan, entonces la lectura de éste es imprescindible.

Finalizada su escritura en los primeros meses de 1957, y cerrando así el periodo historiado de dieciocho años, éstos aparecen en apresurada crónica que, vistos desde hoy, más de cincuenta años después, nos sirven de preámbulo que ilumina el desarrollo político español que se dispara a mediados de los setenta del pasado siglo. Muchos de los asuntos que Comín airea en este trabajo y que fueron considerados mera y panfletaria propaganda ya han sido despejados y avalados por la Historia. Otros también, aunque todavía no hayan visto la luz, jugando así a que el olvido sustituya a la más que probable vergüenza intelectual y política consecuencia de su divulgación.

Hay en la prosa de Comín, si bien no muy abundantes, descalificaciones personales que podría haber evitado para pasar el filtro de los tiempos. Pero siendo ésta verdad cierta, no lo es menos que sus adversarios políticos, es decir, una parte sustancial de los manifestadores de opinión de la España actual y también de la pasada, han utilizado y utilizan la descalificación con mucha mayor soltura y desparpajo, con el sagrado aval de la corrección política y apoyada en la melancolía de los contrarios transformada en complejo vergonzante.

A pesar del silencio que rodea en general la obra de Comín Colomer –lo ignora hasta el Diccionario Espasa– gracias a Antonio López de Zuazo [1] conocemos su trayectoria de periodista como corresponsal, colaborador y redactor de los diarios Heraldo Riojano, El Noticiero, La Voz de Aragón, El Español, Juventud, Ya, Ateneo, Servicio, Investigación y Fénix y Gaceta de la Prensa Española. En los periódicos de Madrid firmaba como «Eduardo del Moncayo» y en El Español como «Edmundo Catalán»

La República en el exilio es la historia de la clase política republicana en sus primeros dieciocho años de exilio. De la estructura política creada y sostenida por los fondos del Estado español llevados al exterior para tal fin. Por ella pasan más de dos mil hombres y mujeres con nombres y apellidos ¡dos mil! De sus avatares por destruir un Régimen que había vencido por las armas y cuya realidad no llegaron a admitir sino como un accidente pasajero. Es la historia del envejecimiento y de la desilusión. En ella vemos, junto a la prolongación de la quimera por un grupo de privilegiados hasta su muerte, cómo otros a los que no les ha temblado el pulso al decidir el destino de sus semejantes vuelven a la sencilla tarea de sobrevivir, sustituido el oropel por el banco del taller, o el otro banco, el azul, por la humilde portería de una casa de vecinos. Son muchas historias en una: la del fracaso completo y sin paliativos. La de ese fracaso que en las últimas décadas sus herederos tratan, con éxito, de presentar con los laureles del triunfo, siquiera moral, y como ejemplo de integridad y sacrificio por un ideal.

[1] ANTONIO LÓPEZ DE ZUAZO ALGAR. Catálogo de periodistas españoles del siglo XX. Madrid, Facultad CCII, UCM, 1980-1981.

La República en el exilio (1939-1957)

Autor Eduardo Comín Colomer
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Editorial AKRÓN
Año 2009
Idioma Español
Encuadernación Tapa dura; 16,5 cm x 24 cm.
Nº de páginas 714
ISBN 9788493650520

Eduardo Comín Colomer

Eduardo Comín Colomer

Escritor, periodista e historiador.

Ejerció el periodismo desde muy joven, titulándose en la Escuela Oficial de
Periodismo de Madrid en 1949. Fue corresponsal, redactor y colaborador
de numerosos periódicos españoles.

Perteneció al Cuerpo de Policía llegando a ser director de su Escuela
Superior. 

Entre sus obras figuran:

Lo que España debe a la masonería;

Seis magnicidios políticos;

El Quinto Regimiento de Milicias Populares;

Historia de la Primera República;

Historia del Partido Comunista Español;

Historia del anarquismo español;

Historia secreta de la Segunda República,

y la que ahora reedita AKRÓN: La República en
el exilio.

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