Descripción
En la línea de nuestra editorial de poner en manos de los lectores textos que consideramos esenciales para una mejor comprensión de nuestra Historia, traemos hoy, después de que viera la luz hace cincuenta y cuatro años, La Tragedia de Méjico de José Lion Depetre. Es éste un texto polémico que no dejará indiferente al lector, que encontrará en él verdades como puños al tiempo que asertos que le sorprenderán tanto por su contenido como por su incorrección en el contexto del siglo 21. Nuestro admirado historiador Luis Árias González, en su Introducción, repasa cuidadosamente las luces y las sombras de este importante texto, escrito sin piedad y desde el amor a Méjico, de un hombre que pasó sin excesivo ruido dado el tiempo confuso que le tocó vivir.
Cuando pedimos un prólogo a Álvaro Lion-Depetre, hijo del autor y conocido escritor y cineasta español y mejicano, nos respondió con unas líneas que son en sí mismas el mejor de los prólogos que nos podía proporcionar, y que reproducimos a continuación.
“Yo era muy chico cuando se publicó La Tragedia…, sin embargo, sé que fue causa –entre otras, naturalmente– del divorcio de mis padres (mi madre mexicana y con 26 años menos que mi padre). También recuerdo frases y hechos en relación con el libro: mi padre comentando que el expresidente Cárdenas había dicho que todo buen mexicano debería de tener el libro en el buró (mesilla de noche); el escándalo por un general mexicano que viajó a España y al ver el libro ocupando casi todo el escaparate de la librería Mangold, en la calle Preciados, sacó pistola y le descerrajó cinco tiros. Era el año 1955, te puedes imaginar que la noticia no lo fue y sólo lo recuerdan los testigos materiales.
También, por esa época me tuvieron escondido durante un par de semanas en Cadalso de los Vidrios, en la finca de un amigo, siempre me contaron que había gente en Madrid dispuesta a raptarme y el avión particular de Mario Moreno, Cantinflas, esperando en Barajas…
Esto es todo lo que puedo decir sobre el libro, excepto que, efectivamente, muchos mexicanos importantes, como el canciller Molina Pasquel, vinieron a España y felicitaron a mi padre.
No sé si lo consideras suficiente. Yo leí el libro algunos años después, ya con quince de edad –1960– y me dejó un sabor agridulce, porque comprendía sus razones, pero algunas cosas y, sobre todo su tratamiento, me dolían, quizás porque entonces, al contrario que ahora, era todavía más mexicano que español.
Álvaro Lion-Depetre”
Í N D I C E G E N E R A L
NOTA DEL EDITOR, 7
INTRODUCCIÓN, por Luis Arias González, 9
PRÓLOGO, 53
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I | UN POCO DE HISTORIA | 61 |
CAPÍTULO II | LA JUSTICIA | 77 |
CAPÍTULO III | CRIMINALIDAD | 93 |
CAPÍTULO IV | MULTIASESINATOS Y PISTOLERISMO | 121 |
CAPÍTULO V | EL EJÉRCITO | 153 |
CAPÍTULO VI | EDUCACIÓN Y ENSEÑANZA | 167 |
CAPÍTULO VII | RELIGIÓN | 201 |
CAPÍTULO VIII | LA TIERRA EN MÉJICO | 227 |
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO IX | EL PROBLEMA RACIAL | 273 |
CAPÍTULO X | EL MITO DE CUAUTÉMOC | 341 |
CAPÍTULO XI | LA CONQUISTA | 361 |
CAPÍTULO XII | DON HERNANDO CORTÉS | 381 |
CAPÍTULO XIII | LA INDEPENDENCIA | 401 |
CAPÍTULO XIV | LA REVOLUCIÓN | 421 |
CAPÍTULO XV | LO QUE ESPAÑA LLEVÓ A MÉJICO | 431 |
CAPÍTULO XVI | LOS ESPAÑOLES EN MÉJICO | 441 |
CAPÍTULO XVII | LO QUE SACÓ ESPAÑA DE MÉJICO | 459 |
CAPÍTULO XVIII | EL PORVENIR DE MÉJICO | 467 |
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