Un amor maragato. Prosa y melodía

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Descripción

Prólogo de Martín Martínez, Cronista Oficial de Astorga

En el –a Dios gracias– fenecido 2011 tuve la satisfacción de conocer al Dr. Fernández Terrón, médico de familia en Astorga desde hace un puñado de años. Es raro encontrar hoy día, a un médico que a la vieja usanza sane a sus enfermos, más con la palabra amable y medida, con la comprensión, la paciencia y la filosofía del amor al prójimo; y con el amor a una profesión que tiene de sacerdocio y vocación un alto porcentaje.

Curiosamente, el cura y el médico de este nuevo trabajo de Luis son las únicas personas que supieron el secreto de Adelina.

En unas pobres líneas que me pidió y tuve el honor de insertar en su último trabajo Escritos, “casi” poemas y algunas reflexiones, bauticé a Fernández Terrón como Dr. Solidaridad. Me habían dicho, y así era, que el producto de sus trabajos literarios lo destinaba para ayudar a distintas ONGs. Al igual que ocurrirá con esta nueva entrega de su afición literaria. Pues, de nuevo, Luis me ha solicitado unas palabras introductorias, de prólogo o presentación, que también pueden ser de epílogo. Y es que a fuer de ser un honor, al Dr. Terrón, al Dr. Solidaridad nada puede negarle nadie. Además, enlaza con esa amplia saga de médicos escritores, de los cuales nuestra provincia tiene una buena nómina.

En su trabajo anterior escribía este pobre prologuista: Aunque, humildemente, se autocalifica como aprendiz de escritor, con sentimiento relata, en muchos casos sus vivencias personales, a las que pone poesía y encanto…

De aquellos relatos cortos y entreverados de “casi poemas” y salpicados con tintes autobiográficos, saltó Luis a la novela que es ésta, llamada Un amor maragato. Prosa y melodía. Páginas que son las memorias, trasmutadas al papel, de Higinio Castro, un niño, adolescente y joven de tierras maragatas, emigrante de interior y de tierras lejanas que maduro regresa a la tierra que le vio nacer. Memorias que entregará a su nieto adoptivo y que éste leerá de un tirón nocturno para desvelar el misterio que encierran; que así le ocurrirá al lector que tome en sus manos esta novela breve.

En este salto creativo de Luis, pasa de aquellos trabajos “cuasi autobiográficos”, a la novela, a la ficción; y se nos muestra como un buen forjador literario que avanza con paso seguro en la construcción de su obra, aunque haya todavía camino que recorrer. Escribir sigue siendo para Terrón prosa poética, tierna, dulce, humana, dolorida también y sensible, pero no sensiblera, aunque la trama daba buen pie para ello.

Describe nuestro médico, en cortas y certeras palabras la vida campesina en las décadas centrales del siglo XX en Maragatería, haciendo similitudes con la del alto Bierzo; con brevedad y precisión encontramos un estudio antropológico y etnográfico de ambas comarcas.

Podemos rastrear cierto paralelismo, en la imposición paterna para el matrimonio, en los amores y desgracias de la protagonista, Adelina, con la heroína, Mariflor de La esfinge maragata que hace cien años escribiera Concha Espina. Paralelismo que no se produce en el desenlace. Sí encontramos un final similar, con antecedentes distintos, propiciado por el propio Terrón, en el relato titulado El resplandor del juramento hipocrático, con el Dr. Santalla, y también ambientado en Maragatería

Higinio y Adelina, ya en el último tramo de su vida, son el hilo conductor de una historia de amor en tierras maragatas. Son las memorias de Higinio Castro que, como si fuera un testamento, entrega a su nieto adoptivo. Memorias que el Dr. Fernández Terrón ha hilvanado hábilmente. Con ello, nos ofrece una vez más, buenas raciones de bondad, de amor, de conciliación, de sensatez, de perdón, de humanidad, en definitiva. Virtudes éstas que él sabe conjugar con eficacia y que todos debemos tener en cuenta para lograr un mundo mejor. Gracias Luis; gracias Dr. Solidaridad.

 

Dos instituciones impulsadas por la vocación divina de la Iglesia, que es la comunicación del Amor divino, por Marcos Lobato Martínez, Vicario General de la Diócesis de Astorga

Si fuera posible utilizar una frase sencilla, breve y clara, para identificar la tarea que tiene encomendada la Iglesia Católica, habría que afirmar que la Iglesia es la protagonista de comunicar al mundo el Amor divino.

Amor divino es el ser propio de Dios. Así lo define el discípulo de Jesús, San Juan, en su primera carta: Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor (1 Jn. 4,8).

Y Amor divino es el amor con que Dios ama a todos los hombres.

En su preciosa Encíclica, Deus Caritas est, Benedicto XVI describe la Caridad o Amor divino como El ejercicio del amor por parte de la Iglesia como “comunidad de amor” (Ns. 19-25).

Y dice expresamente que la caridad de la Iglesia es manifestación del amor trinitario. Cita la certera y luminosa afirmación de San Agustín: Ves la Trinidad si vives el amor (De trinitate, 8, VII, 12),  y afirma que el amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente a los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres, (nº 19). Y analiza, con amplitud y precisión doctrinales lúcidas, las exigencias para la Iglesia, como “comunidad de amor”, para vivir la tarea que tiene encomendada por el mismo Dios.

Pero, y refiriéndome a la intención del autor del libro que presento, de destinar el importe de la venta del mismo a dos instituciones de ayuda a los necesitados, como ejercicio de amor cristiano, CÁRITAS y MANOS UNIDAS, intento resumir los objetivos y criterios de acción principales de estas dos instituciones de la Iglesia.

 

CÁRITAS,  MUCHO  MÁS  QUE  UNA ONG

Cáritas ha sido creada por la Iglesia como el órgano vital, que ayude a la comunidad cristiana a vivir la dimensión esencial de la caridad. Para ser signo de caridad, Cáritas se esfuerza para que sean reconocidos eficazmente los derechos de todos los hombres y liberarlos de toda clase de pobreza.

El Evangelio es el anuncio de la salvación y de la liberación en Jesucristo de toda traba que impide al hombre su justo y debido desarrollo. Es también y al mismo tiempo la buena nueva de la solidaridad y de la comunicación, la buena nueva de la fraternidad. Todo ello está en el corazón de los Evangelios.

Cáritas quiere ser, lo es, portadora de comunicación de bienes, de solidaridad y de fraternidad. Por eso acude allí donde las catástrofes, las epidemias o cualquier otra causa, sea justa o injusta, hayan dejado a los pueblos, a las familias o a las personas en situación de marginación y desvalimiento. Para cumplir con esta tarea, que se le ha encomendado, organiza campañas y colectas especiales, jornadas de mentalización y toda la clase de actividades que su creatividad le indique. Y convierte el dinero que llega a sus manos en alimentos, medicinas, escuelas para deficientes, residencias para ancianos, centros de recuperación para drogadictos o jóvenes que abandonan el hogar, colonias de verano para niños, órganos de gestión y un largo etcétera.

Frente a las eventuales carencias de servicios oficiales, Cáritas asume la defensa y el servicio de los individuos, particularmente de los más pobres, de los oprimidos y de los marginados. Llama la atención sobre las nuevas formas de pobreza, descubiertas por la Iglesia con mucha anterioridad a otras instancias, y aporta su iniciativa y colaboración allí donde la acción pública no existe o es insuficiente.

Siempre que es necesario, frente a nuevos problemas, Cáritas promueve acciones que permiten entrever soluciones también nuevas. El amor es más grande que la ley: en el origen de todas las acciones de Cáritas se encuentra esta convicción. Si Cáritas no estuviera movida por el Evangelio de Jesús, se corrompería en seguida. Cáritas quiere ser coherente con el mensaje de Jesús de Nazaret; por eso va al encuentro del hombre, en especial del más débil, del más desvalido, de aquél que muchos califican de “inútil social”. Y va con alegría. La sociedad de hoy está llena de esos hombres. La sociedad de hoy está necesitada de Cáritas. Cáritas no puede pararse.

Muchas personas sólo ven en Cáritas una ONG, de gran prestigio, eso sí, pero no ven nada más. Y Cáritas, aunque reúne todas las condiciones que debe tener una ONG, es mucho más. De hecho, Cáritas nació mucho antes que las ONG. Cáritas nació en el seno de la Iglesia como cauce e instrumento en el ejercicio de la caridad, tarea que ha ejercido siempre en la Iglesia desde sus inicios apostólicos, hace 2000 años (Hech. 4,4).

Cáritas es la misma Iglesia en su acción caritativa y social. Por eso, la preside el Obispo, lo mismo que preside la celebración de los Sacramentos o el anuncio de la Palabra. Nos lo dice Benedicto XVI: para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia.

 

MANOS  UNIDAS

Es la organización de la Iglesia católica para luchar contra el hambre en el mundo. Una organización que es, sin duda, el cauce ordinario más seguro y estable que tenemos a nuestro alcance para hacer llegar nuestra ayuda, casi al cien por cien, a sus destinatarios, los necesitados en cualquier país de la tierra.

Para atender las necesidades de pueblos, comunidades o seres humanos menos desarrollados o en vías de desarrollo, que pertenecen a otras nacionalidades o culturas, en la Iglesia ha surgido y ha crecido en proporciones y ritmos dignos de admiración, el vigoroso Movimiento que lleva la acción caritativa de los cristianos y de los hombres y mujeres de buena voluntad que quieren comprometerse con la causa de la promoción de la dignidad y del adecuado desarrollo de todos los seres humanos. En la actualidad MANOS UNIDAS se ha convertido en el instrumento más eficaz que tenemos los católicos y los ciudadanos españoles de todas clases para ayudar a nuestros hermanos del Tercer Mundo de una forma moderna y eficiente.

MANOS UNIDAS no se limita a buscar unos recursos y repartirlos compasivamente. Estudia a fondo la situación de la pobreza y el subdesarrollo. Descubre las causas que originan esta situación. Pone al descubierto dónde está la raíz del sufrimiento. Y ofrece programas, acciones y proyectos solidarios y liberadores. Aporta la denuncia y la esperanza, y apoya las acciones y compromisos de una transformación sostenible de la realidad, para limitar, eliminar y cambiar el rumbo de las amenazas.

MANOS UNIDAS está gestionada por miles de mujeres con las que colaboran voluntarios y voluntarias. Ello hace que tenga una organización muy eficiente, con muy pocos gastos de funcionamiento. MANOS UNIDAS está en la vanguardia de la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo, respaldada por la generosidad de la Iglesia española, de muchos ciudadanos de buena voluntad y de algunas instituciones que confían en ella para hacer llegar sus aportaciones de manera eficaz a los puntos más necesitados y a las personas de mayor confianza. No importa que los necesitados habiten en tierras lejanas, la proximidad nace del corazón y pueden entrar en la hospitalidad de nuestro espíritu por el portalón de la caridad, sobre todo cuando nos muestran la herida cancerosa que les corroe: la falta de esperanza de poder arreglar algún día su angustiada situación.

A diferencia de la organización de CÁRITAS, MANOS UNIDAS tiene como objetivo prioritario promover la creación, el sostenimiento y el desarrollo de instituciones que estimulen a los ciudadanos de cada pueblo para que ellos se comprometan a buscar la solución de sus carencias, de su propio desarrollo individual, familiar y social. Utilizando la bien conocida imagen de “dar peces o enseñar a pescar”, MANOS UNIDAS no da peces para que coman los que tienen hambre, sino que enseña y proporciona instrumentos para que los hambrientos aprendan a pescar y se procuren la solución de sus problemas y de sus carencias.

Pero, como no se pueden poner puertas al campo ni se tapa el firmamento con la palma de la mano, tampoco se pueden poner fronteras a la acción del Espíritu cuando su fuego lleva el amor a las personas e instituciones que necesitan la ayuda de los hermanos. Ni CÁRITAS se encierra en sus fronteras geográficas, cuando es el Amor el que llama a ayudar más allá de las fronteras, ni MANOS UNIDAS se niega a ayudar a los necesitados que dentro de las fronteras propias la reclaman.

MANOS UNIDAS y CÁRITAS son Iglesia que ama y que salva. Y la Iglesia ha sido instituida para comunicar al mundo el regalo maravilloso, inabarcable e imparable del Amor Divino. Y ni CÁRITAS, ni MANOS UNIDAS, ni la Iglesia que actúa en ella pretenden acaparar ese fuego transformador del mundo que es el Amor que lo ha creado, que lo sostiene y que lo quiere salvar de su destrucción. Sólo Dios, amando su obra, es capaz de salvarla.

 

VOLUNTARIADO

La publicación de este libro es también un reconocimiento a la mucha gente, que está dedicando una parte muy importante de su vida y de su tiempo generosamente al servicio de los otros. El voluntariado serio, comprometido con la sociedad a la que sirve, nunca será una moda que se impone frívolamente. Siempre será una res-puesta que sale de un corazón noble. Hace falta motivaciones humanitarias, tarea de compromiso, para llevar la tarea. Por eso es bueno reconocerlo y valorar su necesidad. Este libro quiere ser una expresión de gratitud a esa difusión de un bien callado, que la red de voluntarios difunde por el mundo. Si uno camina por la vida de cada día con los ojos bien abiertos, contra el egoísmo y lo más noticioso que es el mal, ve más flores que cloacas, más gentes de bien que malvados y descubre en seguida una red de personas entregadas al servicio, que hacen el bien sin cobrar otra factura que la alegría de ayudar a que este mundo sea un poco más humano y hasta más bonito.

El voluntario de Cáritas y de Manos Unidas, movido por la fe en Jesucristo, no se conforma sólo con atender dignamente a los necesitados, sino que, al llevar dentro de sí la fuerza irresistible el Espíritu, del amor, se convierte en un ver-dadero adorador de Cristo en el pobre: todo lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis (Mt. 25,20).

Los voluntarios de Cáritas y de Manos Unidas son una vocación dentro de la Iglesia. Ofrecen buenas noticias y buenas acciones. Son acciones de esas que brillan como luz en la noche. Acciones de misericordia en un mundo insolidario. Acciones de promoción en medio de un mundo que esclaviza. Cáritas y Manos Unidas no sólo hacen el bien, sino que lo hacen bien. No sólo ofrecen asistencia, sino cultura y desarrollo.

En estas líneas de presentación del libro nuevo que con ilusión ha preparado el Dr. Terrón, hombre de corazón sensible, no sólo para atender a sus pacientes enfermos, sino para que su espíritu de creyente cristiano llegue a donde no puede llegar su saber médico, lo hace a través de las dos instituciones a las que el autor se compromete a destinar los beneficios de la venta de su nuevo libro. Le deseo venturosa y fecunda singladura, para que el libro sea portador de salud cultural, de inquietud solidaria e impulso fraternal a los voluntarios que colaboran en estas instituciones de acción caritativa y social.

Desde la amistad que me une al autor, le manifiesto la más sincera felicitación y gratitud por la oportunidad que me brinda en esta presentación.

 

 

 

Un amor maragato. Prosa y melodía

Autor Luis Fernández Terrón
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Editorial CSED
Año 2012
Idioma Español
Encuadernación Rústica; 15 cm. x 21 cm.
Nº de páginas 112
ISBN 978-84-92814-52-7

Luis Fernández Terrón

Luis Fernández Terrón

Luis Fernández Terrón. Lillo del Bierzo (León), 1958

El doctor Fernández Terrón es Médico de Familia y reside en Astorga, donde también ejerce su profesión. Los beneficios que generan las obras que realiza como escritor son donados a ONGs y Asociaciones de afectados por distintas enfermedades.

Cuenta ya con varias publicaciones y unos cuantos artículos de opinión aparecidos en prensa local y provincial.

Publicaciones:

Cuentos con poesía, El sueño de un cuento, El camino de un amor entre mares, El resplandor del juramento hipocrático, Un amor maragato. Prosa y melodía, El maestro de Gamara, La flor de una saga berciana, Poemas en la luz… y algo más, La sombra de un árbol escarlata, Reflejos de puesta de sol, Una historia con sonidos de agua clara, Una rosa y un denario en la Vía de la Plata, Poemario y Un sueño esperanzado y dos obras de recopilación bajo el título de: Escritos, “casi” poemas y algunas reflexiones, y Relatos con melodía y escritos con sintonía.

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