Descripción
NOTA PRELIMINAR, por Íñigo Castellano y Barón
A mi amable lector dispuesto a leerme mientras consiga mantener su atención hago una observación acerca de las siguientes y sucesivas páginas de este libro. La presente historia es en cierta manera una secuencia posterior aunque con entidad independiente al libro que publiqué «El Poder del bosque» en el que relato los avatares de una familia patricia romana en los últimos estertores del Imperio romano de Occidente, y cómo este sucumbió tras las invasiones barbáricas. Dicha familia, desde el patricio y tribuno Marcus Decio Corelius, sirvió a este autor para establecer una saga cuyas generaciones van describiendo los hitos y acontecimientos acaecidos desde la entrada en Roma del bárbaro Alarico en el año 410 y siguientes de nuestra era cristiana. La historia real se entremezcla con personajes ficticios que ilustran la narración, siendo estos los que sucesivamente escriben a modo de «Legado» cuantos sucesos relevantes vivieron de manera directa o indirecta en sus respectivas épocas.
A esta segunda obra la titulo «La luna de Occidente», en referencia no solo a la tenue luz de aquellos tiempos comparada al radiante sol que el Imperio romano supuso, sino también y fundamentalmente a la aparición del Islam apenas ciento cincuenta años después de la caída de Roma que marcó los destinos de gran parte del Occidente. Narro aquí los tiempos posteriores a ser destituido su último emperador, describiendo tanto el desarrollo y consolidación del reino visigodo en España por casi doscientos años como las circunstancias que en la denominada diócesis hispaniensis pasaron los descendientes de aquella familia patricia que como cualquier otra, hubieron de afrontar nuevas formas de vida y estilos tan distintos a los clásicos del antiguo Imperio. Lo cierto es que siendo distintos no fueron distantes pues por siglos la cultura romana impregnó y alumbró el «orbe civilizado» dejando su imborrable huella incluso cuando la media luna, símbolo característico del Islam, penetró en Occidente iniciando su vertiginosa expansión de este a oeste y de norte a sur, constituyendo en España la provincia más occidental de Dar al-Islam, vastísima superficie que abarcó desde Persia al Atlántico, teniendo la Meca como punto de convergencia. Dos grandes Imperios: persa o sasánida y el romano dieron paso al nuevo poder divino-terrenal que el profeta Mahoma representó. La narración de la obra continúa hasta alcanzar la llamada «Plena Edad Media» y termina con el inicio en España a partir del siglo XI de los reinos islamitas de Taifas.
«La luna de Occidente» mediante personajes reales e imaginarios describe la evolución de una sociedad en su largo camino hacia nuevos sistemas sociales, poderes y reinos que configuraron la Europa del futuro. Un camino que recorre la «Antigüedad Tardía» o «Alta Edad Media» por algunos historiadores denominada «Edad Oscura», pero que sin duda reflejó destellos muy importantes de luz como las grandes catedrales de las que hoy nos sentimos orgullosos.
He pretendido hacer de la historia una aventura humana de más fácil comprensión frente a la ingente cantidad de datos, nombres y fechas, centrándonos en personajes históricos que junto a los ficticios que utilizo como hilo conductor de los sucesos, sirven para plasmar una «foto» general de aquella larga época del período «tardo romano» o el llamado «Medievo».
Algunas observaciones para la lectura de este libro
La primera respecto al término musulmán: vocablo que muy tardíamente se introdujo en las lenguas europeas, hacia el siglo XVII. En consecuencia este autor ha entendido más apropiado referirse con los utilizados en la época: seguidores de Mahoma o mahometanos, paganos, caldeos, ismaelitas, agarenos (descendientes de Agar la esclava de Abrahán), infieles, moros, muslimes, andalusíes y otros, usando estas varias acepciones para los que hoy en día genéricamente llamamos musulmanes.
Respecto a la inmensa región de la Gallia en la época referida, viene esta determinada por las que actualmente serían las naciones de Bélgica, Francia, Suiza, algunos extensos territorios de la actual Alemania y Países Bajos al oeste del río Rin, todo el norte de Italia como igualmente la llamada «Gran Isla» correspondiente a la actual Inglaterra. Así pues en este contexto hay que entender que los galos eran para los romanos los habitantes celtas en su conjunto y variado conglomerado de tribus y pueblos.
Por la propia complejidad que toda narración histórica conlleva he dispuesto como inicio de la Segunda Parte de la presente obra, varios mapas que identifican la división territorial de los reinos en aquellos tiempos y al final de la misma, una serie de Índices que comprenden: el primero, Dramatis Personae donde se reseñan todos los nombres de los personajes reales o ficticios. En segundo lugar, en aras a un mayor rigor en la ambientación de la historia un Índice de Lugares Geográficos con las denominaciones toponímicas de ciudades y lugares de la época tal como se verbalizaban en la lengua dominante del momento. Como mero ejemplo, la ciudad de Córdoba la menciono de manera aleatoria según el momento de referencia, tanto en su acepción latina Corduba como en la árabe Qurtuba. Se reseñan en letra cursiva como llamada de atención para que el lector pueda acudir a dicho Índice por orden alfabético de su acepción de origen e identificar su actual ubicación y nominación. La lista de Reyes Godos que permitirá no perdernos en su cronología, como también Tablas Genealógicas que facilitan la lista y posición de los monarcas de los distintos reinos que cohabitaron en la península ibérica, apoyadas por otras Cronológicas tan necesarias para la comprensión histórica. En último término, un Glosario de acepciones, expresiones y vocablos foráneos muestran el significado de los mismos, seguido de un Índice cronológico de efemérides más destacadas en el tiempo que abarca la historia aquí narrada.
Respecto al vocablo que este autor utiliza de hispano (hispanioli) respecto de Hispania o de cristiano y no de español se explica en tanto que en ese tiempo los ciudadanos se identificaban entre sí en referencia a su religión o unidad territorial: cristianos, arrianos, semitas, mahometanos, andalusíes, leoneses, vascones, etc. Desde el siglo IX Spania o Hispania era el topónimo que señalaba las tierras conquistadas por los seguidores de Mahoma como al-Ándalus las tierras que ellos habitaban. A los vencidos se les referenciaba como los godos y a los que pervivieron y se mantuvieron luchando en la cornisa cántabra, cristianos, cuyo vocablo se convirtió de esta manera en un gentilicio hasta que las inmigraciones francas que llegaron en peregrinación cruzando los Pirineos hacia Santiago de Compostela, entonces tras Jerusalén y Roma, el centro cristiano más importante, gracias a Teodomiro, obispo que regía la sede de Iria cuando se produjo la inventio de la tumba del apóstol y al rey Alfonso II el Casto que jugó un importante papel en el desarrollo al culto jacobeo, comenzaron a nombrar a los habitantes de Hispania como espanescos terminando a partir del siglo XIII en convertirse en el gentilicio de españoles, siendo por tanto en su origen un vocablo foráneo o provenzal.
Debe saber el lector que todos los hechos bélicos, circunstancias políticas, ambientales, lugares y tiempos en los que se producen y aquí se relatan son rigurosamente históricos, siendo solo imaginarios algunos casos de situaciones de personajes ficticios, aunque no necesariamente sus entornos y hechos donde participan. Algunos de aquellos, pertenecientes a la saga familiar que narran los sucesos que les tocó vivir en su generación, lo hacen en primera persona, apareciendo en estos casos escritos en entrecomillado. Otros de dicha saga son mencionados de manera referencial.
Hago notar que en un momento de la historia aquí narrada y referente a la «supuesta» batalla de Clavijo que según la mayor parte de los historiadores no fue otra que la de Albelda, este autor enlaza los personajes de la saga ficticia que le viene sirviendo de hilo conductor, con personajes reales y referenciados en documentos antiguos de los que solo se tienen noticias de algunos de sus hechos o relevancia social, sin tener mayores datos sobre sus filiaciones de aquel entonces como las del conde gallego Osorio Gutiérrez llamado el Santo y Gutiérre Osorio su hijo. Respecto a estos últimos existen varios Osorio Gutiérrez diferenciados en el tiempo que bien pudiera deberse a que fueran descendientes y usaran el mismo nombre, así como los Fernan, Nuño, Velaz Osorio u Ozores, Gutierrez y otros muchos documentados que formaron parte del complejo entramado de relaciones parentales de esta estirpe.
Finalmente, la dimensión temporal abarcada me llevó a estructurar esta narrativa como una historia novelada, más comprensible y asumible para nuestra memoria y retención de los hechos. Por ello pido disculpas ante posibles errores y matices en los que hubiera podido incurrir.
ÍNDICE
Nota preliminar ……………………………………………………………………………. | 9 |
Introducción ………………………………………………………………………………… | 15 |
PARTE PRIMERA
ANTIGÜEDAD TARDÍA
Hispania goda
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
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Cuando el final es el principio ………………………………………..
Primeros tiempos tras la caída del Imperio romano ……….
La conversión ………………………………………………………………..
Los lobos de Astorica …………………………………………………….
Guerras y rescate de una arriana …………………………………….
El “Morbo visigodo” ……………………………………………………..
Luchas internas ………………………………………………………………
En el ocaso …………………………………………………………………….
El último rey visigodo ……………………………………………………
Así sucedió …………………………………………………………………….
El hierro del Islam …………………………………………………………
El Imperio romano de Oriente y otros periféricos …………
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21
41
57
69
79
93
103
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125
135
147
161 |
PARTE SEGUNDA
ALTA EDAD MEDIA
Hispania árabe
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XIV |
Mapa de la evolución de los distintos reinos en Hispania
En las montañas cántabras ………………………………………….
El nacimiento de un reino ……………………………………………
Hacia la reconquista …………………………………………………….
En la Hispania del siglo IX ………………………………………….
El surgimiento del Imperio carolingio …………………………
En la Baetica sarracena ………………………………………………….
Una batalla decisiva ……………………………………………………..
Francos, sarracenos, astur-leoneses y la Europa carolingia …………………………………………………………………………………
Tierra de reyes ……………………………………………………………….
El invicto general Al-Mansur ………………………………………..
Fin del califato de Qurtuba …………………………………………….
La Reconquista ……………………………………………………………..
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171
175
185
195
209
231
247
263
277
291
307
319
339 |
ÍNDICES
DRAMATIS PERSONAE
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351 |
LUGARES Y CIUDADES EN LOS TIEMPOS DE ESTA HISTORIA
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371 |
RELACIÓN DE LOS REYES GODOS
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379 |
CRONOLOGÍA DE LOS REYES CRISTIANOS HISPANOS Y SUS RESPECTIVOS REINOS EN LOS PERÍODOS QUE ABARCA ESTA HISTORIA
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381 |
EMIRES, CALIFAS Y REYES MOROS DEL Al-ÁNDALUS EN EL TIEMPO DE ESTA HISTORIA
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385 |
EMPERADORES DEL SACRO IMPERIO GERMÁNICO EN EL TIEMPO DE ESTA HISTORIA
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387 |
TABLAS DE DINASTÍAS Y REYES DESDE LA INVASIÓN DE LOS BÁRBAROS HASTA EL S. XII
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389 |
GLOSARIO EN ORDEN ALFABÉTICO DE TÉRMINOS NO CASTELLANOS UTILIZADOS EN ESTA OBRA
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397 |
EFEMÉRIDES MAS DESTACADAS DE ESTA HISTORIA | 403 |
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